martes, 15 de noviembre de 2011

Libro 3/5

La Güestia

Mito:
Su nombre viene de “hueste antigua”.
Es una procesión de almas en pena, si los encuentras es que tu muerte está asegurada.

Historia:
Una costurera volviendo a su casa de noche vio pasar una fila de gente. Cómo pensó que eran monjes se apartó de su camino y se arrodilló en el suelo. Uno de los monjes le dio un cirio y, aunque el hombre sólo llevaba uno, otro le apareció en la mano. Cuando se fueron y la costurera reparó en el cirio, vio que en realidad era un hueso.

Realidad:
A muchos esta procesión les recuerda a la Inquisición.

La Xana

Mito:
Mujeres bellísimas que viven en las fuentes y que peinan sus cabellos de oro. Suelen poseer tesoros u objeto, de oro siempre. Si te piden ayuda y no se la concedes, te pueden convertir en un animal.
Pueden tener hijos o bebés (se llaman xanín/es) e intercambiarlos con los de las aldeanas para que ellas amamanten y alimenten a sus hijos. En uno de los relatos figura el nombre de uno de los xanínes cuando lo llama su madre, “Barrabaselín” (de Barrabás)

Historia:
La más característica y habitual, nos cuenta como tres Xanas se le aparecen en un río a un aldeano. Cada una le da un bollo y le pide que al día siguiente lo eche donde empieza el río, así ellas quedarían desencantadas y él sería rico.
El hombre llevaba los bollos a casa y aunque le advertía a su mujer que no los tocase, ella cogía uno y le rompía el cuerno para comérselo. Al instante lo dejaba, porque del bollo salía sangre. Al día siguiente el aldeano (que de lo hecho por su mujer no sabía nada) lanzaba los bollos al agua. Al instante se convertían en tres caballos blancos gigantescos, en los que las Xanas montaban para ser libres. Todas excepto una, a cuyo caballo le faltaba una pierna y apenas podía moverse.
Al darse cuenta de lo que ocurría la Xana maldecía a la mujer del hombre.

Realidad:
El relato de un niño que ansiaba unas madreñas (calzado típico astur) sin clavos en la suela. Ya que temía meter ruido cuando pasaba por cuevas naturales donde había agua. No fueran a oírle las Xanas y convertirlo en pájaro o burro.